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Llamado así por estar ubicado en el pueblo del mismo nombre, el Castillo de Bran es todo un ejemplo de como una buena promoción puede ser de lo más significativo para un lugar turístico, revisemos los hechos:

• El Conde Drácula, ni vampiro, ni simple humano, no existió. Es una figura literaria creada en 1897 por el escritor inglés Bram Stoker, protagonista de la novela de terror con tintes vampíricos del mismo nombre. El detalle de que el escritor se llamase Bram (que en realidad era diminutivo de Abraham) y el castillo se llame Bran, es mera coincidencia.
• Pero sí es cierto que Stoker se inspiró para crear el personaje en la figura histórica de Vlad Draculea (de ahí el nombre del personaje), alias Vlad III Tepes, que en rumano significa literalmente «el Empalador». Era un gobernante, pero no era conde. Su padre tenía el sobrenombre «Dracul», que en rumano antiguo significaba «el Dragón» por pertenecer a la Orden del Dragón, una orden de nobles y caballeros católicos formada por el rey de Hungría en 1408. «Draculea» significaba pues «hijo del dragón».
• Pero la palabra «dracul» ha cambiado de significado con los siglos, y cuando Stoker escribió su novela, ya no significaba dragón, sino diablo; así consiguió más motivos aún para demonizar al hombre. Que no es que fuera ni mucho menos un santo: su sobrenombre de «El Empalador» provenía de su costumbre de empalar a los soldados enemigos capturados y dejarlos en los bosques durante meses como advertencia a nuevos atacantes, a veces miles de ellos, ya que su territorio estaba en continua lucha con el Imperio Otomano, y los propios húngaros que fueran en su día aliados de su padre, en ocasiones también representaban una amenaza. A pesar de que su extrema brutalidad está ampliamente documentada, en muchas zonas se le consideraba un héroe, ya que sus métodos demostraron ser los únicos eficaces para intimidar a ejércitos mucho mayores, que en más de una ocasión huyeron muertos de miedo ante tal despliegue de barbarie sin presentar batalla.
• La cosa es que este muchacho tan colérico no vivió en el Castillo de Bran, sino en el Castillo de Poenari, que está también en Transilvania, a unos 80 km en dirección suroeste (125 km por carretera) del anterior. Pero el Castillo de Poenari está desde hace siglos medio en ruinas, especialmente desde un terremoto acaecido en 1888, y a Stoker no le venía la inspiración para recrear la morada de su siniestro personaje en aquel lugar asolado. Entonces, un buen día llegó hasta él una litografía de Charles Boner donde aparecía el Castillo de Bran, y se dijo a si mismo «éste sí, éste va a ser el Castillo de Drácula».
• Y de este modo un poco casual, al Castillo de Bran le tocó la lotería.

DATOS

Erigido sobre una antigua fortaleza del siglo XIII en un promontorio rocoso, en 1377 se construyó el castillo actual, para servir de defensa en la frontera entre las antiguas regiones de Transilvania y Valaquia. Tal vez por su aspecto imponente, la realidad es que cumplió bien su función defensiva ya que a lo largo de los siglos apenas si fue asediado ni atacado.

Está considerado monumento nacional de Rumanía y es uno de las principales atracciones turísticas del país por su ficticia conexión con la novela del también ficticio Conde Drácula. Sus dueños son los herederos al trono de Rumanía, ya que la monarquía fue abolida en este país en 1946, tras abrazar el comunismo.

HORARIOS Y PRECIOS DEL CASTILLO DE BRAN

• Abierto diariamente:
  • Del 1 de abril al 30 de septiembre de 9 am (12 pm los lunes) a 6 pm.
  • Del 1 de octubre al 31 de marzo de 9 am (12 pm los lunes) a 4 pm.
• Entrada de adulto: 40 lei. Descuentos para jubilados, niños y estudiantes. La audioguía cuesta 10 lei. Los tickets se pueden comprar en las taquillas o en su web oficial.

LA VISITA

Antes de llegar al castillo pasaremos por puestos de souvenirs. Una vez en el recinto, está rodeado por un jardín que permite fotografiarlo desde diferentes ángulos. visto desde la base, el edificio resulta formidable y temible al mismo tiempo.

El interior, organizado en torno a un patio central, es de todo menos siniestro. Hay exposiciones sobre Vlad Tepes y la familia real rumana.

Hay un restaurante en el recinto. Se celebran eventos especiales en la semana de Halloween, que se dice son muy divertidos.

CÓMO LLEGAR AL CASTILLO DE BRAN

• El Castillo de Bran está en el pueblecito del mismo nombre, en su extremo sur, a 185 km por carretera al norte de Bucarest, 50 km al noroeste de Sinaia (donde se encuentra el Castillo de Peles) y 30 km al suroeste de Brasov, ciudad a cuyo distrito pertenece. No debería ser difícil encontrar aparcamiento.
• Bran es un pueblo de poco más de 5.000 habitantes. No tiene estación de tren, pero al ser una atracción turística tan importante, hay autobuses y maxitaxis desde Brasov cada 30 – 60 minutos de 7 am a 10:30 pm aproximadamente, tardan 50 minutos y cuestan de 7 a 10 lei. Algunos siguen en ruta dirección suroeste. No se puede llegar directamente desde otras ciudades principales en transporte público sin pasar por Brasov. Hay varias compañías, pero la que más servicios tiene es Transbus Codreanu.

DÓNDE COMER Y ALOJARSE

Dada la popularidad del castillo, hay una amplia oferta de alojamientos turísticos y restaurantes en el pueblo.

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