TRANSILVANIA

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Transilvania es una de las regiones más famosas, inquietantes y enigmáticas del mundo; las historias sobre el más célebre de los vampiros han catapultado su leyenda hasta los más recónditos rincones del planeta. No deja de ser cierto que la propia región se publicita como el lugar donde encontraremos el Castillo del Conde Drácula, pero ofrece muchas más posibilidades para aquellos que dispongan de tiempo, ya que es de un tamaño considerable, y presenta algunos de los principales destinos turísticos de Rumanía, como la Transfagarasan, una de las carreteras de montaña más conocidas de Europa por sus intrincada curvas, la ciudad de Brasov con su excelente centro histórico, las muy bien consideradas Cluj-Napoca (que además de la ciudad en sí, está cerca de algunos parques naturales de interés), Sibiu o Alba Iulia, de la que destacan su ciudadela y su catedral. Los límites de la región son más históricos que políticos, y han ido cambiando con el paso de los años, pero a día de hoy se puede considerar que incluso llega al extremo occidental del país, donde está la también popular ciudad de Timisoara, o el extremo norte, donde es famoso el Monasterio de Barsana.

Sin embargo, la mayor parte de turistas, entre los que nos incluimos, no exploran Rumanía con la profundidad suficiente como para dedicarle a Transilvania el tiempo que se merece. Muchos son los que, debido a la falta de tiempo (como fue nuestro caso) visitan los más célebres lugares de la región, que están bastante al sur, mediante una excursión de un día completo desde Bucarest, sin poder disfrutar con esmero ni conocer en detalle de cada uno de estos pequeños lugares que merecen la pena. Y así, la leyenda de Transilvania continúa.