SANTIAGO DE CHILE

Estuve aquí: 3 días, del 11 al 13 de enero de 2008.
Número de días recomendable: si no contamos las excursiones de un día, recomiendo 2 para la capital, en caso contrario necesitaremos al menos entre 3 y 4 días.
Mi puntuación: a la ciudad le pongo un 2/5, pero nuevamente, si incluimos las excursiones de un día, le subo la nota a 3/5.

Cuando recuerdo Santiago de Chile, el primer calificativo que se me viene a la mente es que es una ciudad acertada y eso no es de entrada algo bueno para un turista; cuando leo en blogs y guías de viaje sobre ella, suele ser definida como una urbe «cosmopolita y vibrante», y en ningún caso estos son aspectos negativos, pero de nuevo traslucen una carencia. Es como cuando eres solter@ y un amig@ quiere presentarte a alguien para que inicies una relación y describe a esa persona como muy simpática, inteligente y buena, pero no te dice nada sobre su aspecto físico; las características primero mencionadas son por supuesto las más importantes para una relación estable, pero el atractivo físico suele primar si lo que buscamos es una relación corta, y los turistas, puesto que no vivimos en los lugares que visitamos, buscamos relaciones cortas con esos sitios. Siendo como es una gran capital, desde hace años Santiago presume de mantenerse en el top 3 de las ciudades con mejor calidad de vida de Latinoamérica solo detrás de Montevideo y Buenos Aires; el hecho de ser tercera en Latinoamérica puede no decirnos mucho, de modo que añadiremos que sus puntuaciones son aproximadamente similares a las de Atenas o Hong Kong, es decir, se vive bien, pero tampoco es como para presumir de ello. La cuestión es que para los visitantes, Atenas tiene la Acrópolis y Hong Kong tiene novedades arquitectónicas mundialmente conocidas, pero Santiago no. No pongo en duda de que habrá algunos que puedan enamorarse de esta urbe, pero no será por su belleza sino por como hemos dicho antes, ser una urbe acertada:

Acertada es su innovación, con una arquitectura en desarrollo que combina de forma armónica las nuevas estructuras de metal y vidrio con los edificios señoriales de los siglos XIX y XX.
Acertados son sus múltiples parques, que además actúan como pulmón de esta contaminada ciudad, siendo el más reconocido el más antiguo y céntrico, el Cerro de San Cristóbal, cuyas vistas desde la cima son las mejores de Santiago, con la extensa y plana ciudad a sus pies y los imponentes Andes al fondo.
Acertados son sus museos, sobre los que destaca el Museo Chileno de Arte Precolombino, pero hay para todos los gustos, así como frecuentes exposiciones temporales.
Acertados son sus barrios centrales bien evolucionados a zonas de ocio, a destacar Bellavista, Brasil y Lastarria, pero hay más; con múltiples terrazas, bares y restaurantes, se han ganado un lugar en las listas de barrios bohemios y vintage que tanto se estilan ahora y que son obligatorios en cada ciudad que quiera ser considerada alternativa y «cool».
Pero si algo es un verdadero acierto es que de sus terrazas y parques podremos disfrutar buena parte del año, porque otro aspecto muy destacado es el clima. Santiago se asienta sobre una de las tres zonas con mejor clima del planeta junto con las Islas Canarias y el sur de California.
Además está lo suficientemente cerca como para permitir al menos 3 excursiones de un día, cada una con su propio interés: Viña del Mar por su turismo de ocio y playa, Valparaíso por su patrimonio cultural arquitectónico, y Cajón del Maipo para asomarnos y tener un aperitivo de los Andes.

Santiago no es el lugar más atractivo del mundo, pero está bastante bien montado y en mejoría. Según mi baremo personal, esa puntuación de 2/5 corresponde a «solo recomiendo visitarla si nos pilla de paso», pero difícilmente podremos ir a Chile sin que nos pille de paso Santiago, así que ¿por qué no darle una oportunidad? Tal vez haya alguno que acabe encontrando en ella la ciudad de su vida.