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Como en todo Filipinas, el principal problema es la informalidad laboral. El servicio en los restaurantes es lento, los transportes intentarán cobrarnos siempre de más, y las agencias de viajes son de lo más incompetente:

• Nuestra excursión a Isla de Corón con Calamian Islands Travels & Tours salió más de una hora tarde, por lo que regresó más de una hora tarde, y la luz en el último lugar, que resultó ser el más esperado, Kayangan Lake, no era ya muy buena para hacer fotos.
• Pero al menos los guías fueron amables, y el almuerzo fue decente, por lo que decidimos contratar el Tour C (Malcapuya y Banana Island) con ellos para el día siguiente. Se olvidaron de nosotros, el barco zarpó y nos quedamos en tierra. La situación fue aún más enervante porque al ver que se retrasaban media hora, llamamos por teléfono y nos aseguraron que lo sabían y que pronto llegaría el guía a recogernos. Media hora después apareció un guía de la compañía, pero venía a por otra pareja que había contratado el Tour A, pero  nos dijo que no nos preocupásemos porque otro compañero venía a por nosotros. Otra media hora después volvimos a llamar y nos dijeron que no, que creían que nosotros éramos la pareja que habían recogido media hora antes. Siendo ya las 10 de la mañana, fuimos corriendo al puerto a ver si algún barco de cualquier compañía aún no había zarpado, pero todos lo habían hecho, así que nos quedamos atrapados un día sin hacer nada en este lamentable pueblucho.

• De modo que probamos en otra agencia, esta vez a través de nuestro alojamiento, el Sea Dive Resort, que nos derivó a Blue Budget, donde la señora Dolores se refirió despectivamente a Calamian Islands Travels, comentando que eran muy desorganizados, pero que ahora estábamos en buenas manos. Al día siguiente, mientras esperábamos a las 8:30 en la agencia la llegada de nuestro guía, recibió una llamada telefónica en la que le decían que el tour se cancelaba por mal tiempo. Pocas veces he visto a mi mujer tan enfadada hacia una extraña; su inglés puede ser algo básico, pero su cara de odio hablaba por si misma, de modo que la señora Dolores se puso a llamar sin parar a una compañía tras otra hasta que una que tenía plazas libres en su barco nos recogió, y pudimos comprobar que todos los bangkas estaban zarpando. Lo que pasó fue sencillamente que la compañía que habíamos contratado tenía el bote medio vacío, así que consideraron que no les merecía la pena salir, y en vez de ubicarnos en otro, directamente optaron por decir que el mal tiempo les impedía salir. Todo un ejemplo de desastrosa profesionalidad y organización, y de que hasta el más calmado de vosotros se tendrá que poner firme más de una vez ante los desplantes de la incompetencia laboral filipina.

Salud. También como en todo Filipinas, el riesgo de problemas de salud, principalmente diarrea del viajero, es alto. Hay que prestar siempre atención a donde y qué se come o bebe.

Accidentes. En estas carreteras, con estos vehículos y con la forma de conducir de los locales, lo que extraña es que no haya más accidentes, aunque no desentona con el resto del Sudeste Asiático y al fin y al cabo, es parte de la experiencia.

Seguridad. Por lo demás, en cuanto a seguridad ciudadana, Corón es muy tranquilo, y el riesgo de robos o situaciones violentas es mínimo. No así los posibles hurtos a objetos personales no vigilados.

Climatología. Palawan es la región más lluviosa y ventosa de Filipinas. Esto puede ocasionar que los barcos no zarpen y tengamos que quedarnos en la isla más tiempo del deseado; es cierto que aunque el mar frente al pueblo parezca estar en calma, una vez se sale a mar abierto las condiciones pueden empeorar de forma significativa. No son extraños los naufragios de bangkas de diferentes tamaños, y si eso ocurriera, no se puede esperar ayuda por parte de la tripulación. Nosotros perdimos dos días en Busuanga por no salir los barcos.

Dinero. En 2016 sólo había dos cajeros automáticos, que aceptaban Visa y Master Card. Se carga una comisión de 200 PHP cada vez que se retira dinero. Conviene traer dinero en efectivo de sobra, ya que la mayoría de alojamientos y restaurantes no aceptan tarjetas de crédito.

MÁS INFORMACIÓN ESENCIAL EN CORÓN:

<TRANSPORTE                                        RESTAURANTES>

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