Brujas es una ciudad que se ve perfectamente en un día. Si vamos con prisa, en medio, pero no lo recomendaría, aunque claro, lo que yo recomendaría es alquilar un apartamento y pasar aquí dos semanas. Cuando fui a Bélgica me quedé en casa de unos amigos en Gante y la usé de base durante 9 días; el poder pasear tranquilamente impregnándome de cada rincón de Brujas es algo que eché en falta.
ITINERARIO

Comenzamos en el punto más al sur del mapa, la estación de tren, ya que lo más probable es que hayamos llegado en tren a la ciudad.

Desde la estación de tren caminamos hacia el centro histórico (patrimonio de la UNESCO desde el año 2000), que es básicamente todo lo que queda dentro del principal canal circular.

Llegamos al Minnewaterpark, un pequeño parque con unas excepcionales vistas del canal y los edificios colindantes.

Avanzando hacia el norte, hay dos puentes que nos llevan a la entradas sur y norte (preferible utilizar esta última) del Beguinage / Begijnhof. Es una preciosa plaza rodeada de pequeños edificios pintados de blanco, con una zona verde central que sirve de esparcimiento en los días cálidos. En este lugar vivían las beguinas, una asociación de mujeres cristianas que se inició en torno al año 1000 en lo que hoy es Bélgica y desapareció formalmente en 2013 con el fallecimiento de la última de ellas; actuaban como monjas de caridad. En muchas ciudades belgas se conservan beguinages, siendo el de Brujas el más notable del país. Se comenzó a construir en el siglo 13, y su estructura actual data del siglo 18. Residen monjes benedictinos, por lo que por la noche se cierra al público.

Continuando hacia el norte, llegamos a la iglesia cuya torre llevamos contemplando desde hace minutos, la de Nuestra Señora de Brujas, una imponente construcción de ladrillo. Es la segunda más alta del mundo hecha de este material.

En su interior está la que se cree única estatua de Miguel Ángel que abandonó Italia mientras éste aún estaba vivo, la Virgen con el Niño.

Cruzamos ahora el precioso puente de Bonifacio.

Y llegaremos al Museo Groeninge. Es el más aclamado de la ciudad, con una extensa colección de arte (sobre todo pintura) medieval y desde el renacimiento hasta el siglo 19, incluyendo obras de algunos de los grandes de la Escuela de Flandes. Entrada de adulto 8 €, abierto de 9:30 am a 5:00 pm de martes a domingo. Yo no entré.

El siguiente edificio es importante pero no excelente: hacia el oeste encontraremos la Catedral de San Salvador, que no fue construida para serlo; se ganó el estatus cuando la catedral previa fue destruida por los franceses a finales del siglo 18. Es otro imponente edificio, pero como catedral se queda corta, tanto el exterior como el interior.

Por lo que si no tenemos mucho interés, podemos ir directamente a la PLAZA DEL MERCADO, la más bonita de la ciudad, en la que destacan el Campanario (se puede subir por 8 €, 366 escalones) y la Corte Provincial. Está llena de tiendas, restaurantes y cafeterías, por lo que es un precioso lugar para tomar algo, si nos podemos permitir los precios.

Inmediatamente al este está la segunda plaza de importancia, la del AYUNTAMIENTO O BURG.

Además de éste, en ella hay otros dos edificios destacables, la Basílica de la Sangre Sagrada (que supuestamente conserva como reliquia sangre de Jesucristo), y el Brugsevrije, un edificio histórico que es más vistoso por detrás. Para verlo pasaremos por una galería justo en el lateral este del ayuntamiento que nos lleva al canal más bonito de la ciudad, el de Groenerei.

Con esto se cubren las mejores zonas. Si se quiere continuar un poco más al norte, está la Plaza de Jan Van Eyck, curiosa puesto que uno de sus laterales termina sobre un canal. Más al noroeste hay dos molinos junto al canal principal, llamados Koeleweimolen y Sint Janshuis, que considero merecen el paseo hasta allí, sobre todo con buen tiempo, ya que es una zona verde muy agradable.

Y ahora queda volver, pero la vuelta se hará tan interesante como la ida.
Pingback: BRUJAS – Al Was Here
Pingback: BRUGES IN ONE DAY, ITINERARY – Al Was Here