PARQUE NACIONAL ABEL TASMAN

Estuve aquí: el 23 de noviembre de 2004, hace 15 años nada menos.
Número de días aconsejable: al menos dos, hasta empaparnos bien de la belleza del paisaje, pero podríamos pasar entre 4 y 5 perfectamente.
Mi puntuación: al menos 4/5.

El parque nacional más pequeño de Nueva Zelanda debe su nombre a Abel Tasman, marino, explorador y comerciante, descubridor de Tasmania, Nueva Zelanda y Fiji.

En el lugar que hoy se conoce como Golden Bay echó se el ancla por primera vez en lo que en un futuro sería este país allá por 1642.

El Abel Tasman es al fin y al cabo un bosque húmedo, el primero que visité, y a día de hoy, en mi mente sigue siendo el mejor que he visto. Tal vez lo tenga idealizado por haber sido el primero o tal vez sea porque:

Está junto al mar, en una espectacular costa, donde si el tiempo acompaña se pueden practicar preciosas rutas de senderismo y/o en kayak, entre ellas el Abel Tasman Coastal Track, una de las grandes 9 rutas del país y considerada por muchos como la mejor de entre las mejores.
O porque es uno de los más frondosos que he visitado, con helechos arborescentes de más de 10 metros de alto y helechos blancos, el símbolo de Nueva Zelanda, a cada paso.
O porque además tiene algunas de las mejores playas del país, destacando Awaroa, Wainui y Kaiteriteri.

Si después de un día de lluvia y más lluvia dudo si ponerle un 5/5, que según mi baremo vendría a ser que lo repetiría más de una vez, es porque me debió parecer muy bueno. De hecho, estoy seguro de que fue así, porque solo de recordarlo me envuelve esa sensación de estar alucinando con lo que veo, de que la respiración se te corta y los ojos se abren como platos, que en tan repetidas ocasiones experimenté en ese precioso país que es Nueva Zelanda. El Abel Tasman es una explosión de verdor y vida que no da tiempo a explorar como se merece en un viaje habitual a Aotearoa, como me ocurrió a mi a pesar de que disponía de 3 semanas. Este es otro de tantos sitios en este país de fantasía del que os quedaréis con ganas de más.