- Estuve aquí el 20 de junio de 2018.
- Tiempo necesario: 2 horas son más que suficientes.
- Mi puntuación: de 3/5 para arriba, ya que depende de cuantas ruinas grecorromanas hayas visto.
Si has visto pocas, Éfeso te impresionará mucho, son de las mejores que hay. Si has visto muchas… Personalmente he estado 3 veces en Roma, 2 en Atenas, una en Delfos, una en Mérida (España) y el día anterior venía de Hierápolis, como ciudades con restos más relevantes que se me vienen a la mente. En mi propia ciudad hay un pequeño teatro romano, y no sé cuantos museos he visitado con esculturas y frisos de aquellas civilizaciones. Aún así no me arrepiento de haber ido, pero si no hubiera podido ir, tampoco hubiera pasado nada.
UN POCO DE HISTORIA
Fundada mucho antes (los primeros registros son del siglo VII a.c.) cae varios cientos de años después bajo dominio griego, aunque tuvo que ser reconquistada por Alejandro Magno en el 334 a.c. ya que había pasado a manos persas. En aquella época ya contaba con el Artemisión, el más importante templo a Artemisa del imperio, considerado una de las 7 maravillas del mundo antiguo, y que hoy día es sólo una explanada con una columna reconstruida tras haberlo destruido los godos. Siendo un importante y estratégico puerto comercial entre el Mediterráneo y Asia Menor, la ciudad no consigue prosperar debido a los continuos conflictos bélicos por su dominio. No es hasta la época del Imperio Romano gobernado por Augusto, que le quita la ciudad a Marco Antonio, cuando Éfeso consigue un verdadero impulso; se convierte en el principal puerto de la zona y la riqueza fluye, hasta el punto de que junto a Roma y Antioquía eran las tres únicas ciudades tan ricas como para permitirse iluminar las avenidas principales de noche mediante lámparas de aceite.
Más de 2.000 años después, Roma sigue siendo una de las ciudades más importantes del mundo y Antioquía se mantiene como una ciudad de más de 350.000 habitantes (aunque no pasa por un buen momento, ya que está en la frontera con Siria). ¿Cómo esta urbe extraordinaria queda abandonada? Dos terremotos, en los años 358 y 368 provocan gravísimos daños en la ciudad, tantos, que una Roma en incipiente decadencia no considera prioritario repararlos en su totalidad. Al no recibir ayudas extraordinarias para arreglarla, gran parte de su presupuesto se centra en intentar una reconstrucción, abandonándose los trabajos de drenaje en el delta del vecino río Caístro, que desde hacía cientos de años estaba anegando el puerto de la ciudad hasta el punto de que los barcos cada vez tenían más dificultades para entrar, con lo que la situación empeora, el puerto acaba desapareciendo y el comercio y la riqueza con él. Varios siglos después, convertida en la sombra de lo que fuera, y hostigada por las incursiones árabes, la ciudad es definitivamente abandonada.

Forma parte del patrimonio de la UNESCO, sorprendentemente sólo desde 2015.
PROBLEMAS E INCONVENIENTES
- La masificación. Aunque el sitio es muy vasto, el 95% de los turistas se concentran en el gran teatro y la biblioteca.
- Y sobre todo en verano, el calor. Aunque los antiguos habitantes de Éfeso pensaban de sí mismos que eran la creme de la creme del Imperio, aquí en verano debían de pasarlo regular, no en vano las temperaturas máximas habituales en junio y septiembre superan diariamente los 30Cº, y en julio y agosto lo normal es estar por encima de los 35º, entre Sevilla y El Cairo. No hay ni una sombra y el sol pega como en una sartén.
CÓMO LLEGAR
- Organizado:
- Por nuestra cuenta, desde Selçuk.
- Los dolmus a Éfeso (ponen «EFES» en el parabrisas) salen de la esquina noreste del otogar, cuestan 3LT por trayecto, cada media hora, tardan 15 minutos en llegar a la entrada inferior (la norte).
- También podemos tomar el dolmus a o desde Kusadasi, pero entonces no nos dejarán en la puerta, sino en la carretera principal, y tendremos que andar 1km.
- O podemos andar, la entrada inferior está a 3km al suroeste del pueblo, hay un camino peatonal arbolado junto a la carretera y pasaremos por la puerta de los restos del Artemision.


HORARIOS Y PRECIOS
- Abierto diariamente de 8am a 6pm (6:30 pm en verano).
- Entrada de adulto 40 LT. Incluido en el pase de museos de Turquía. Las casas adosadas valen 20 LT extras.
LA VISITA
La siguiente ruta señala los sitios más relevantes, desde la entrada inferior (norte), que antes de las taquillas tiene innumerables tiendas de souvenirs y falsificaciones:


- Iglesia de María. Nada más entrar se llega por un camino a la derecha. En mi opinión está ruinosa y no merece la pena acercarse.

- Inmediatamente a la izquierda hay una explanada llena de restos de lo que era el Gimnasio.
- Lo siguiente es tal vez lo que más merezca la pena, el teatro más grande de la antigüedad, que albergaba a 25.000 personas (mediante su capacidad se calcula que la ciudad debió llegar a tener una población de 250.000 habitantes). Es ciertamente enorme, e impresiona mucho desde abajo, pero presenta el inconveniente de que el tercio superior no está abierto al público. Como mucho se puede subir hasta el segundo tercio, lo cual es más o menos la altura del teatro de Hierápolis, que está mejor restaurado. Por tanto, desde arriba no impacta tanto como podría.


- Continuando, a la izquierda hay un mirador para observar el antiguo ágora inferior. Más adelante podremos entrar y pasear por ella, pero casi nadie lo hace.

- Seguimos por el paseo donde están los huecos para las lámparas de aceite. A la mitad hay una huella de pie junto a un grabado con forma de mujer que indicaba la presencia de un burdel, aunque se piensa que los de la época no eran como los entendemos ahora. Es imposible no verla ya que los turistas se agolpan sobre ella para fotografiarla.

- Y lo siguiente a la derecha es la requetefamosísima fachada de la Biblioteca de Celso, llamada así en honor al padre del arquitecto que la construyó, siendo además de homenaje, mausoleo, ya que su padre estaba enterrado bajo la misma. La fachada es grande, está muy bien reconstruida, y destacan especialmente el color del mármol y los detalles de los grabados. Pero si habéis visto la fachada del mercado de Mileto en el Museo de Pérgamo de Berlín o el teatro romano de Mérida, no es muy diferente, al menos desde el punto de vista de un profano en la materia.


- Lo siguiente a la derecha son las casas adosadas. Muy reticente a pagar la entrada extra, no me arrepentí de hacerlo. Quedé muy impresionado con el lujo de las mansiones de los ricachones de la época, palacetes totalmente decorados con frescos y mosaicos.



- A la izquierda quedan unas casas, que inicialmente se tomaron por burdeles, aunque actualmente está descartado, y el Octógono.
- También están las letrinas. Muy curioso, estar ahí haciendo tus cosas frente a una fuente, con florecitas, e incluso con un músico que tocaba el arpa o lo que fuera en directo, pero sentado a 30 cm del de al lado sin más separación que la que te proporcionase tu toga romana.

- Lo siguiente a la izquierda son los baños romanos, que estaban conectados a las letrinas mediante cañerías de agua caliente por temas de higiene.
- Después hay una fuente totalmente reconstruida, la del emperador Trajano y lo que queda del Templo del emperador Adriano. Al otro lado de la calle hay un muy buen mosaico.


- La calle toma una pendiente ascendente. A la derecha hay un grabado de la diosa Nike y al final de la cuesta dos columnas que representan a Heracles.

- El último edificio destacable es el Odeón, un pequeño hemiciclo donde se reunían los políticos, lo mismo que hoy en día. Frente a él está el ágora superior y unos metros más al sur, la entrada superior.


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