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• Estuvimos aquí: en marzo de 2016. A fecha de hoy es el último sitio al que he ido.
• Número de días: 4 horas.
• Mi puntuación: 3/5

La perfecta excursión de un día desde Praga es esta pequeña ciudad donde además de la arquitectura de sus bellos edificios, la protagonista es el agua termal que brota a cada pocos metros. Fundada por Carlos IV en 1350 por las supuestas cualidades curativas de las aguas termales, desde entonces no para de recibir visitantes deseando beberlas o bañarse en ellas. Desgraciadamente, no queda ni una fuente de agua termal libre para el baño, todas han sido incorporadas a balnearios (aunque hay una piscina para no clientes en el Hotel Termal abierta en verano), pero sí se pueden beber los diferentes tipos de aguas que brotan libremente de fuentes emplazadas en las columnatas de la ciudad. 

CÓMO LLEGAR Y DESPLAZARSE

Hay dos tipos de visitantes, los que vienen a pasar días a los spas y los que vienen desde Praga en una excursión de un día. Para el segundo grupo, la mejor forma de venir es en autobús, porque es más rápido y barato que el tren. Los autobuses son de lujo y hay al menos uno cada hora incluso en temporada baja. La compañía es Student Agency, tarda dos horas y cuesta 165 CZK por trayecto. Un detalle importante es que al llegar el autobús para en la pequeña estación de Karlovy Vary Trznice, pero para volver hay que ir a la principal (de bus y tren conjuntas) Karlovy Vary Dolni Nádrazí, a 500 metros al oeste de la primera (se incluyen ambas estaciones en el mapa).

Para desplazarse no queda otra que ir a pie, ya que la mayor parte de la zona turística es exclusivamente peatonal. Que nadie se extrañe si se cruza por la calle con algún miembro de la aristocracia europea o un actor de Hollywood. Karlovy Vary es una ciudad de lujo.

ITINERARIO

El mayor parte de la ciudad de Karlovy Vary está al norte del río Ohre, pero la zona turística está enteramente al sur, siguiendo el recorrido del río Teplá.

Desde la estación de Trznice se continúa por la calle peatonal Zereyova y enseguida a la izquierda por T. G. Masaryka hasta Zahradní, junto a la ribera del Teplá. La ribera del lado derecho comienza a presentar edificios de bella arquitectura; la del lado izquierdo es mejor ni mirarla dada la presencia del horrendo Hotel Termal, inconcebible que se construyese esa aberración en una ciudad como ésta. Continuando se llega a un hermoso parque, al final del cual está la Columnata del Parque, en mi opinión la más bonita de todas.

En cada columnata hay una fuente de la que se puede beber gratuitamente. En cada una pone el nombre y la temperatura del agua. Lo cierto es que después de probar varias de ellas ya uno no las distingue mucho, pero no deja de ser curioso, por lo que recomiendo que el visitante se lleve una taza de casa, o bien comprar una aquí como souvenir.

Continuando por la ribera del Teplá se llega a la Columnata del Molino (Mill).

Desde aquí recomiendo seguir por la calle Lázenská, por la que se llega a la Columnata del Mercado. 

Frente a ésta, está la segunda aberración de la ciudad, la Columnata de Vrídelní, fea como el Hotel Termal, aunque en su interior se pueden probar aguas de hasta 6 tipos diferentes. Detrás está una de las dos iglesias más conocidas, la de María Magdalena, aunque personalmente creo que apenas tiene interés.

Continuando por el puente Divadelní, lo único que queda es pasear por la ribera del río para disfrutar de la arquitectura.

Hay otros puntos turísticos que se salen de este itinerario. Los primeros son los miradores; el más conocido es el de la Torre de Diana. Se llega andando o por un funicular cuya estación está contigua en el lado norte del Gran Hotel Pupp. Ida y vuelta cuesta 80 CZK (adulto), abierto de 9 am a 5-7 pm (según la época del año).

El otro punto de interés que sale del itinerario es la iglesia ortodoxa de San Pedro y San Pablo, recién restaurada en su totalidad. El paseo para llegar a la misma es bastante empinado. Abierta de 9 am a 6 pm, entrada gratuita.

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